Desde las primeras ediciones de la 6.1 IC se ha incluido la unidad de suelo cemento como una de las capas con las que se puede construir los paquetes de firme. Su empleo se ha generalizado en la actualidad por su economía para tráficos pesados, ahorro de materiales bituminosos y gran capacidad soporte frente a los firmes compuestos por capas granulares y grandes espesores de mezclas bituminosas.
La calidad de los materiales con los que hay que fabricar el suelo cemento y los controles de ejecución prescritos aseguran la bondad del producto terminado y la durabilidad de la obra construida con él.
El suelo cemento se usa normalmente como capa de apoyo (subbase) de otros materiales tratados con cemento, o bien como capa (base inferior) a otras capas bituminosas. En este último caso aporta la resistencia estructural del firme.
La mejora de los conocimientos de los materiales tratados con conglomerantes hidráulicos, la evolución de la maquinaria actual y experiencia del personal en obra hacen posible la aplicación del suelo cemento in situ en cualquier tipo de firmes.
Existen hoy en día numerosas experiencias que demuestran que si se lleva a cabo un adecuado proceso constructivo se puede conseguir un suelo cemento in situ de mayor calidad, incluso, que el ejecutado en Planta.
Trabit pone a su disposición toda la experiencia de su Departamento Técnico para asesorarles sobre cualquier aspecto técnico – económico del suelo cemento in situ.