El sellado de grietas en carreteras se utilizan en las grietas producidas por retracción de la capa de base o en las juntas trasversales y longitudinales en pavimentos de hormigón hidráulico y aglomerados asfálticos.
Después de la aplicación del producto sellante, la apertura al tráfico varía entre media hora y dos horas, en función siempre de la temperatura ambiente. Opcionalmente, con el fin de evitar la adherencia del material sellante a los neumáticos, puede extenderse un árido limpio sobre la banda de sellado.
Si una vez sellada la grieta se prevé la aplicación de algún tratamiento continuo, como una lechada bituminosa, microaglomerado en frío o mezcla bituminosa en caliente, éste podría hacerse directamente sobre el material sellante.
El sellado de grietas aporta una excelente capacidad impermeabilizante y permite alargar la vida útil del pavimento.